El camaleón tenía un problema, a diferencia de los otros
	animales, carecía de un color propio. Cambiaba dondequiera
	que fuese, se volvía rojo entre las hojas en otoño y negro
	en las largas noches de invierno. Pero en la primavera,
	entre la hierba verde, encontró una maravillosa solución.
	Una propuesta perfecta para prelectores y para ayudar a
	reconocer los colores. Una fábula contemporánea para
	primeros lectores que nos invita a reconocernos y a
	aceptarnos, a superar nuestras inseguridades y que
	revela la importancia de la amistad y la comunicación.
	Las ilustraciones sencillas, con estampaciones y manchas
	de color, animan a pequeños y mayores a crear.