Peri no puede estarse quieta. Siente tanta pasión por elbaile que a todas horas brinca, pisotea, se sacude y hacepiruetas. Pero esa no es, desde luego, la manera de bailaren la clase de danza clásica de la señorita De Puntillas,donde priman la gracia, la ligereza y la elegancia. «Escomo si bailaras con un dinosaurio. Nunca bailes conuno. Son muy rasposos y roñosos, brutos y ruidosos.» Laaparición mágica de un dinosaurio bailarín ayudará aPeri encontrar su lugar en el mundo de la danza, aunquepara ello deba desobedecer las órdenes de la severa profesorade ballet. Nunca bailes con un dinosaurio recuerdaa los lectores más jóvenes que es mejor bailar al son de lapropia melodía.