Es esta, y no otra, proclámese con toda la pompa, la autobiografíaautorizada por sus autores ?y desautorizada por sus protagonistas ydelatores?: la oficial, la jibarizada, la más asequible y, sin duda,?completamente diferente? a cualquier edición anterior de la misma. Un feliz arrebato de impudicia testamentaria que da noticia, a menudocon versiones de lo más contradictorias y dispares, de cuanto brotó de las muy enfermas mentes de tan mal avenido, irrepetible y añoradosexteto.Cuenta la leyenda que en 1969 d. B. (después de Brian), seis ingleses(bueno, uno era galés? y se coló en el cenáculo también un polizonteestadounidense) se dieron cita en el restaurante Light of Kashmir deHampstead, en Londres, para acometer la redacción a doce manos delguion de una comedia televisiva por encargo de la BBC. Para tan noblefin decidieron escudarse tras la figura de un imaginario agenteteatral sin escrúpulos, poco fiable y no menos fanfarrón que atendería al nombre de Monty Python. Y «se armó la gorda». Monty Python'sFlying Circus, desopilante serie zurcida a base de ingeniosasrecreaciones, bullas inconexas, delirantes ba