A principios del siglo XX, la ciudad de A Coruña fue un faro delpensamiento libertario en Galicia. Ateneos y bibliotecas de barriofueron la puerta de entrada a la cultura de las clases populares, allí floreció la solidaridad obrera y muchas personas que no habían podido ir a la escuela aprendieron a leer. En ese momento, las trabajadorasde las fábricas de tabaco y de cerillas lucharon para mejorar suscondiciones de vida, tanto en la calles como en los talleres. Elpoderoso símbolo de este movimiento de lucha y esperanza lo ilustranlas lectoras que, durante la jornada laboral, leían libros en voz alta a sus compañeras.Esta es la historia de Nonó, la niña lectora. Supadre recoge trapos y otros cachivaches en los vertederos de A Coruña, a principios del siglo XX. Su madre trabaja elaborando cerillas yestá enferma debido a las condiciones insalubres de la fábrica.Gracias al valor y a la imaginación de sus padres, Nonó consigueasistir a la escuela y aprende a leer. A partir de ese momentodescubre que puede ayudar a las compañeras de su madre, explicándoleshistorias mientras trabajan, dándoles esperanza y abriéndol