«Lincoln Perry ha escrito unas memorias de artista irresistiblementecercanas y amenas, donde abundan frases para el recuerdo. Nada puedereemplazar al arte visto in situ, como Perry nos dice, pero pasear dela mano de este observador ideal ?un artista en ejercicio dotado deuna mirada aguda y empática? es una experiencia verdaderamenteemocionante». JOYCE CAROL OATES Una visita al museo puede resultarabrumadora, extenuante y poco gratificante. Sin embargo, mirar lasobras de arte de la mano de un artista se convierte en una experiencia enriquecedora y memorable. Desde la amplitud de su experienciavisual, que abarca la antigua Grecia, el Renacimiento, el arteafricano y el asiático, o el modernismo, Lincoln Perry nos acerca anuevas maneras de ver y de apreciar el arte. A lo largo de quinceensayos, consigue que las obras más diversas nos resulten cercanas yaccesibles, y enriquece el relato con historias personales de suformación como pintor y escultor, o de aquellos días en los quetodavía se podía pasar la noche en el aparcamiento del Museo delLouvre dentro de una furgoneta destartalada. A partir de variosejemplos d