Resulta que, en casa del famosísimo pintor Monet, el hombre tenía unafigurita de cerámica blanca con forma de una gatita dormida. ¡Y, ojo,esto es verdad! Lo que nadie sabía de esta figurita es que, si elpintor le daba tres golpecitos suaves con un pincel, la gatita cobraba vida. En esta aventura, Monet y Chika, su gatita mágica, se adentranen algunos de los cuadros más famosos del pintor para hacer unrecorrido por su obra y, de paso, pasar una tarde estupenda. ¡No osperdáis este precioso álbum sobre cómo el caos nos hace descubrircosas maravillosas