Valle-Inclán era el editor de sus propias obras: diseñaba, decidía la maqueta, seleccionaba el papel… El resultado es un magnífico objeto artístico, libros que son hoy considerados entre los más innovadores del diseño editorial modernista en España. Aquí tenemos una prueba. Es el momento de disfrutar de los 17 espléndidos relatos breves de Jardín umbrío, presentados tal y como Valle los publicó en 1920.