Cuando Michael Herr fue a Vietnam en 1967 como corresponsaldeáEsquireáera un escritor prácticamente desconocido. Pero fueferviente y unánimemente alabado, ya desde el principio, tras publicar su famoso artículo «Sorbos infernales», y su reputación fue enaumento con la progresiva aparición de más trabajos suyos.áDespachosde guerraáconfirmó lo que ya sabían sus primeros admiradores: nadie ha escrito de modo tan elocuente, vigoroso y aterrador sobre lo que fuecombatir (y sobrevivir) en aquella guerra espectral.Sin las trabas del periodismo ortodoxo, prescindiendo de explicaciones oficiales ydebates moralizantes, Michael Herr nos muestra a los combatientes talcomo eran y nos transporta a la atmósfera pavorosa y alucinante en laque se movían, en la selva, entre emboscadas, acosados por el enemigoy por las pesadillas.Se han escrito muchos libros sobre Vietnam,peroáDespachos de guerraáes único: es una obra de valor perenne quefigurará entre los mejores títulos sobre hombres en combate.