La felicidad de la pareja: la felicidad que asombra, de tan fácil ytan sencilla. El amor tranquilo, el sexo y el deseo, lacotidianidad… Pero también la complejidad de la pareja: serpor sí mismos, sin más. Las expectativas impuestas y asumidas. Lamaternidad que no llega: «¿y si decidimos que no / o sencillamente nosucede?». La felicidad de la pareja: la felicidad que asombra, de tanfácil y tan sencilla, frente al dolor que se conoce. La felicidad delamor tranquilo, gozoso; el sexo y el deseo, la cotidianidad…Pero también la complejidad de la pareja: ser por sí, sin más,afrontando las expectativas que se imponen y a la vez las que seasumen. Porque también forman parte de la rutina las herencias y lascostumbres, los estigmas, la observación del resto y la comparacióncon quienes somos, los aprendizajes viciados, la maternidad que sebusca y que no llega: «¿y si decidimos que no / o sencillamente nosucede?».Después del reto que se planteó enáViolencia, con sureflexión sobre las posibilidades del lenguaje para alumbrar—y visibilizar— nuestras zonas más oscuras, BibianaCollado Cabrera