Un ensayo esclarecedor de Marta Rebón, que a partir de su interés por las letras eslavas aborda la compleja relación entre Rusia y Ucrania con claves que nos aporta su rica literatura —de Vasili Grossman a Nikolái Gógol, de Svetlana Aleksiévich a Antón Chéjov, de Mijaíl Bulgákov a Liudmila Ulítskaia—, para entender mejor la guerra que ha puesto en jaque la geopolítica mundial.
«La historia de las letras ucranianas es la de un doloroso “a pesar de”. Al margen del idioma en el que se haya expresado, ha sido rehén de sus fronteras políticas cambiantes, del menosprecio o prohibición del ucraniano como lengua literaria, de mancomunidades e imperios, de la asimilación cultural ruso-soviética.» Marta Rebón